Asier Polo transitó una obra henchida de dramatismo y contención con maneras de virtuoso y a la vez con una cálida e intimista sonoridad en los dos ‘Adagios’ de la partitura.
Fuente: mundoclasico.com
Asier Polo transitó una obra henchida de dramatismo y contención con maneras de virtuoso y a la vez con una cálida e intimista sonoridad en los dos ‘Adagios’ de la partitura.
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