“Variaciones sobre un tema rococó para violonchelo y orquesta” de Chaikovski nos descubrió el talento insuperable de Asier Polo. La partitura era preciosa con instantes de un lirismo estremecedor, como en la variación Andante, pero este señor, ante el que hay que quitarse la chapela, lo bordó. Hizo un alarde de sensibilidad y técnica, es un mago de la música; él es la música, la respira, la bebe, la desprende de sí. Genial. Fue aplaudidísimo.”