El cellista se ganó a la audiencia desde la primera nota

Se podría decir que el cellista Asier Polo, artista internacional en ascenso, nos embaucó desde el primer golpe de su elegante arco.

El artista, aclamado por la crítica, hizo su debut en Canadá la noche del martes con un programa ecléctico que ofreció en la Orquesta de Cámara de Manitoba dirigida por la directora de orquesta Anne Manson. Manson escuchó por primera vez al violonchelista en Galicia, España, hace dos años y se comprometió a llevarlo a la ciudad a la primera oportunidad.

Nacido en Bilbao, España, Polo, desafiando a su edad, ha sido aclamado como uno de los violonchelistas más importantes de su generación. Su única otra aparición en América del Norte hasta la fecha ha sido en la legendaria sala del Carnegie Hall de Nueva York. Toca un maravilloso violonchelo Francesco Rugieri de 1689 – una verdadera joya. Pero más que eso, Polo es el tipo de intérprete carismático que enciende la imaginación con un arte feroz y la entrega absoluta a la hora de crear música.

Con una gran confianza en el escenario, el solista se fundió de inmediato con el concierto para cello número 2 en Re mayor de Luigi Boccherini, G. 479, una pieza alegre que rebosa optimismo. El primer movimiento, allegro, mostró el tono meloso de Polo, con su toque de luz que ejecutaba con facilidad los trinos y … Su chelo cantaba como un hábil cantante de ópera durante el adagio antes de que hiciera gala de su bravura en la técnica folclórica campesina allegro-danza final.

La segunda mitad también incluyó violonchelo elConcierto N º 1 en do mayor, H. VII B: 1 de Haydn. Polo proyectó con habilidad todos los matices de expresión, desde lo lúdico a lo serio, y de lo reflexivo a lo triunfal durante la obra de tres movimientos.

Como era de esperar, las 675 personas que conformaban el público entregado se pusieron de pie, dando lugar a los dos bises de la noche: Suite N º 2 para cello en re menor. JS Bach: Preludio y fantasía rapsódica del compositor y violoncellista español Gaspar Cassadó de la Suite para violonchelo solo.

Fuente: Winnipeg Free Press – EDICIÓN IMPRESA. Por Holly Harris