“…asistimos a una interpretación antológica del Concierto para violoncello n.2 de Schostakovich, y es que contábamos con un solista de excepción, que entendió magistralmente la obra desde el comienzo. No es un concierto de virtuosismo inmediato, sino que requiere introspección e intimismo en muchos momentos, además de garra en las secciones más rápidas, todo ello combinado con el sarcasmo y la amarga ironía típicos de Schostakovich.
Polo tradujo fielmente el complejo pensamiento del compositor ruso. Gran compromiso y musicalidad. En materia interpretativa, reencontrarse con un solista como Asier Polo, sensible y musical, siempre merece la pena, y él fue con toda justicia el gran triunfador de la velada.”
Fuente: Diario de Navarra. Xabier Armendáriz
