García Abril

Obra Coral

En 1977 compone su Cantico de “La Pieta” por encargo de la XVI Semana de Música Religiosa de Cuenca, estrenado ese mismo año por María Orán (soprano) -tan unida a esta obra-, Pedro Corostola (violoncello), Luis Elizalde (órgano), el Grupo de Camera del Coro Nacional de España -dirigido por Sabas Calvillo- y cuerdas de la Orquesta Filarmónica de Madrid, dirigidos todos por Isidora García Polo. En su Cantico, sobre un texto que encargó a su amigo Antonio Gala, el compositor se expresa de manera íntima y emocionante.

Es una obra bella, plena y sobrecogedora; inspirada en la escultura de Miguel Ángel, que el joven músico tantas veces había visitado en Roma: “El amor, la ternura, el dolor son los elementos espirituales que han conmovido mi sensibilidad”. Para ello, el autor elije con cuidado sus timbres: cuerdas -el violonchelo representa al hijo-, voces -la soprano expresa el sentimiento de la madre- y órgano. La obra comienza con un dialogo entre el violoncello y el órgano que conduce a la primera entrada de orquesta, el coro y la soprano solista. Cuatro intermedios concertantes (cello y orquesta) y una cadencia central para los tres solistas separan entre sí los episodios corales, en los que el autor explora interesantes técnicas compositivas como los clusters cromáticos.